11/11/2016 13:56
Condenado a dos años y medio el empresario que destruyó el yacimiento de la Cueva de Chaves
El empresario Victorino Alonso ha sido
condenado a dos años y medio de prisión y al pago de una indemnización de 25,5 millones de euros por la destrucción del yacimiento neolítico de la Cueva de Chaves.
Asimismo,
el juez hace responsable subsidiario del pago de la indemnización a la
empresa Fimbas, propietaria del coto de Bastarás, en el parque natural
de la Sierra de Guara (Huesca), donde se ubicaba el yacimiento.
La
sentencia dictada por el titular del Juzgado de lo Penal número uno de
Huesca, absuelve a Alonso del delito medioambiental que le imputaba
Ecologistas en Acción y le obliga al pago de las costas del juicio.
La
fiscalía había solicitado para Alonso una condena de 2 años y 8 meses
de prisión y reclamaba una indemnización de 14,3 millones.
Ecologistas
en Acción pedía dos condenas de tres años de prisión como presunto
responsable de un delito contra el patrimonio y de otro contra el medio
ambiente. En el capítulo de indemnizaciones llegaba al tope fijado por
el juez, 50,9 millones de euros, la cantidad económica que consta en el
primer informe que realizó en su día el director del Museo de Huesca y
responsable de las excavaciones, Vicente Baldellou, ya fallecido.
Apudepa
(Acción para la Defensa del Patrimonio Aragonés) reclamaba para el
empresario 3 años de prisión, multa de 288.000 euros y el pago de una
indemnización de 50,9 millones de euros.
La
representación legal del Gobierno de Aragón se postulaba únicamente como
"actor civil" y reclamaba el pago de la indemnización de 50,9 millones,
y, subsidiariamente, la de 14,3 millones establecida en el segundo de
los informes periciales presentados.
Según la sentencia,
ha quedado acreditado que, sin previa comunicación ni autorización de la
Dirección General de Patrimonio Cultural y sin ponerlo en conocimiento
del director de las excavaciones, Vicente Baldellou, Victorino Alonso
ordenó vaciar la cueva y colocar comederos y abrevaderos para la cría de
cabras.
El material se utilizó para la construcción de un dique de contención de aguas cercano a la cueva.
Los
trabajos ordenados por Alonso ocasionaron "el arrasamiento y
destrucción de la práctica totalidad" de los niveles arqueológicos de
cronología neolítica que se encontraban en la Cueva de Chaves. Así
consta en el atestado elaborado por la Guardia Civil y en el informe
pericial del arqueólogo de la Dirección General de Patrimonio Cultural
del Gobierno de Aragón e incluso en el informe pericial de la defensa.
Respecto
a la indemnización, el informe elaborado por Baldellou cifró lo
destruido en 50,9 millones de euros. La multa aplicada se ha rebajado a
la mitad, al entender el juez que el Gobierno aragonés hizo dejación de
sus obligaciones de protección y señalización.
En la
sentencia puede leerse "que, teniendo en cuenta que la Cueva de Chaves
era posiblemente uno de los dos yacimientos neolíticos más importantes
de la Península Ibérica, resulta censurable e inexplicable que la cueva
no contara con una protección específica, es decir, que no existiera una
resolución que la declarara expresamente como Bien de Interés Cultural"
Por todo ello, el juez entiende que
Victorino
Alonso García fue "autor penalmente responsable de un delito sobre el
patrimonio histórico, previsto y penado en el artículo 323 del Código
Penal conforme a la redacción anterior a la LO 1/15, sin la
concurrencia de circunstancias modificativas de la responsabilidad
penal, a las penas de dos años y seis meses de prisión y la
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el
tiempo de la condena.
2.247 metros cúbicos de sedimentos
En
2007 se realizaron obras de acondicionamiento, ampliación y creación de
pistas de más de 8 metros de anchura, una hasta la puerta de la cueva,
así como represas y un embalse en los cursos de agua existentes en la
finca de Bastarás.
La empresa Ferpi Transportes y Obras,
contratada por Fimbas, utilizó medios mecánicos de gran tonelaje para
retirar unos bloques caídos del techo de la cueva "que protegían y
sellaban los niveles arqueológicos subyacentes".
El
yacimiento quedó afectado "de forma irreversible" al extraer 2.247
metros cúbicos de sedimentos. De ellos, 1.017 correspondían al nivel
arqueológico del Neolítico y tenían un valor de 14.311.640,86 euros.
Importante yacimiento neolítico
El yacimiento neolítico de la Cueva de Chaves estaba considerado uno de los dos más importantes de la Península Ibérica, junto a la cueva de Or en Valencia.
Las excavaciones arqueológicas se iniciaron en 1975 y tan solo se había excavado una pequeña parte de su superficie.
No
obstante, se habían encontrado ya desde un enterramiento de más de
6.000 años de antigüedad (un adulto que incluso conservaba un inusual
anillo de hueso), a numerosos elementos de industria lítica, pasando por
cantos rodados pintados, únicos en su género.
Hace más
de 30 años un grupo de empresarios compró el pueblo deshabitado de
Bastarás y su antiguo término municipal, y lo convirtió en un coto
privado de caza. Vallaron su propiedad con una cerca de 20 kilómetros de
longitud y soltaron en ella diversas especies de caza mayor, como
ciervos, corzos y muflones.
El vallado resultó polémico
desde el principio, porque atraviesa cauces, zonas de servidumbre y de
dominio público de diversos barrancos, porque ocupa terreno de monte
público dentro del Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara,
interrumpiendo el paso de un camino real, y porque contraviene la Ley de
Caza.
A raíz de una visita en marzo de 2009 de
los responsables del Museo Arqueológico de Huesca se conoció que el
yacimiento había sido destruido en su totalidad, cuando todavía quedaba
por excavar más del 90% del mismo.
Los
impedimentos para poder visitar la finca, unido a la pasividad y dejadez
de las administraciones públicas en sus competencias de control y
protección del patrimonio histórico, -pese a su importancia, el
yacimiento ni siquiera estaba declarado Bien de Interés Cultural-
hicieron que no se conociera su destrucción hasta año y medio después de haberse producido.