El
pasado sábado día 6 de junio de 2015 se celebró en la sede
ValleInnova CCEM del Ayuntamiento de Cerceda (Madrid) las II Jornadas
del Observatorio Ciudadano para la Conservación del Patrimonio de la
Sierra de Guadarrama.
El
Profesor Fernando Martín de la Universidad Autónoma de Madrid
presento la propuesta de “Catálogo de Categorías de Patrimonio”
elaborada por el Observatorio. El enfoque y contenidos del trabajo
recogen propuestas nacionales e internacionales y a la vez atienden
al sentir ciudadano, cuestión central para el Observatorio. El
Catálogo se elabora con tres objetivos:
Unificar
criterios a la hora de elaborar los “Catálogos de Bienes y
Espacios Protegidos de ámbito municipal” que exige la Ley de
Patrimonio de la Comunidad de Madrid a los ayuntamientos de la
región, y que previsiblemente se iniciarán varios de ellos en los
próximos meses.
Servir
como herramienta metodológica sencilla de aplicar a los agentes que
afronten estas tareas.
Homogeneizar
la información obtenida con la elaboración de los Catálogos para
facilitar la elaboración de estadísticas, informes y estudios
transversales y longitudinales, a diferentes escalas, sobre la
valoración social del patrimonio, su conservación, uso y puesta en
valor.
El
documento, se presentará a técnicos y representantes políticos de
los diferentes ayuntamientos en los próximos meses, y consta de tres
apartados: un “catálogo de categorías de patrimonio”, un
“glosario de términos básicos” con referencias
normativo-legislativas básicas, y una propuesta de “modelos de
ficha inventario”. Entre las aportaciones realizadas destacan la
inclusión de subcategorías de patrimonio relacionadas con la
calidad de vida y la conservación de las bases patrimoniales que
hacen posible una vida saludable, así como la propuesta de
evaluación y valoración del patrimonio que incorpora un doble
enfoque. El primero es de carácter científico-técnico, por tanto,
más convencional. El segundo se centra en
la incorporación de la percepción ciudadana e implica la aplicación
de métodos participativos.
Los
miembros del Equipo A de arqueología Fernando Colmenarejo y Charo
Gómez pusieron de manifiesto la existencia de numerosos núcleos de
población en la falda sur de la Sierra de Guadarrama entre la
Antigüedad Tardía y la Edad Media, poblamiento cuya actividad
económica, además de la agropecuaria, era la minería y la
fabricación y forja de herramientas y armas. Concluyéndose que
falta
mucha investigación para conocer la dimensión del poblamiento
romano y visigodo en la ladera sur del Guadarrama, pero las primeras
exploraciones arqueológicas apuntan a un poblamiento mucho más
numeroso del que se tenía constancia hasta ahora,
lo que da un vuelco a la conceptualización que se tenía hasta el
momento del poblamiento serrano en la época.
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Excavaciones en Navalahija, en Colmenar Viejo. |
Carlos
Caballero efectuó una exposición sobre las excavaciones realizadas
hace años en la finca Monesterio de San Lorenzo del Escorial que
revelaron la existencia de una importante ciudad romana de entre 12 y
20 hectáreas de extensión. Este núcleo poblacional romano,
pendiente de excavar, habla de una presencia humana continuada en la
zona entre los siglos I y V d.c, al menos, y estaba situada
estratégicamente en la calzada romana XXIV de Antonino. La
excavación del yacimiento romano de Monesterio podría revolucionar
el conocimiento de la presencia romana en la sierra de Guadarrama.
Así
mismo, se abordó el estado actual de la Memoria Histórica en la
Sierra de Guadarrama, cuya última aportación ha sido la publicación
del libro coordinado por el Profesor de la UNED Roberto Fernández
Suarez “La Sierra Convulsa. II República, Guerra Civil y primer
Franquismo”, trabajo de investigación que realiza un exhaustivo
análisis de las fuentes históricas que relatan la violencia del
inicio de la Guerra Civil y la represión sufrida en los pueblos
serranos tras la victoria del bando sublevado. Este trabajo supone el
primer estudio general de los sucesos ocurridos en el entorno de la
sierra de Guadarrama durante esta época, centrado especialmente en
las poblaciones de Colmenar Viejo, Torrelaguna, Bustarviejo y
Rascafría.
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Portada del libro La Sierra Convulsa |
En
las Jornadas se constato la falta de apoyo institucional a la
recuperación de la Memoria Histórica, lo que ha generado, en
palabras del profesor Fernández, "una
orfandad impuesta con una losa de silencio y olvido que solo se puede
superar con investigación, rigor y reparación histórica".
La
ponencia viene a reafirmar el compromiso consciente de las
asociaciones y miembros del Observatorio con la recuperación de este
pasado y sus huellas en el territorio y en el paisaje humano.
Considerando imprescindible investigar y dar a conocer estos hechos,
rescatando del olvido a las víctimas de ambos bandos, y en especial
aquellas que han sido silenciadas durante décadas y cuyos cuerpos no
han sido todavía recuperados.
Por
la tarde, la mesa redonda sobre los retos y oportunidades del Parque
Nacional contó con una nutrida participación desde diversos
ámbitos: los dos codirectores, de la Comunidad de Madrid y la Junta
de Castilla y León, representantes de la Federación Madrileña de
Montaña, miembros de Ecologistas en Acción y Centaurea, así como
Ganaderos de Colmenar Viejo y Los Molinos. La mesa redonda sirvió
para exponer las carencias en estos dos años de funcionamiento del
parque y el largo camino que todavía le queda a este espacio
protegido para alcanzar los objetivos por los que fue creado.
Ponentes y público pusieron sobre la mesa los problemas en cuanto a
la falta de consenso político en la aprobación, definición y
puesta en marcha del Parque, la escasa dotación económica del
Parque Nacional (especialmente grave en la parte de Castilla y León),
el déficit de participación y transparencia en la gestión del
espacio protegido, la masificación y la falta de estudios sobre la
capacidad de carga del Parque o las dudas sobre el éxito o fracaso
del primer año de funcionamiento del Bus del Parque Nacional.
Se
hablo de la necesidad de conservar los usos tradicionales,
fundamentalmente el ganadero y de la necesaria convivencia entre la
ganadería y el lobo en la Sierra de Guadarrama. Los ganaderos
demandaron representación en el Patronato del Parque Nacional, y
expusieron los problemas económicos y morales que les acarrean los
ataques de los lobos y la introducción de enfermedades foráneas
como la tuberculosis o la sarna a raíz de la aparición por
intereses económicos y sin control sanitario de ejemplares adultos
de ciervos y corzos criados en cautividad. Especial interés despertó
la noticia de que el PRUG (Plan Rector de Uso y Gestión) del Parque
Nacional estaba ya en proceso de redacción, lamentando varios
asistentes la falta de transparencia y del establecimiento de un
procedimiento participativo para la redacción y puesta en marcha del
PRUG.
La
actividad ganadera y de mantenimiento de espacios es la única
garantía de conservación de espacios y paisajes; el abandono de la
explotación ganadera, se traduce en una degradación acelerada del
paisaje tal y como hoy lo contemplamos. La solución pasa por una
concepción que garantice una renta adecuada para el ganadero y por
el cierre total a la opción urbanística que haga que el propietario
no vea salida en la recalificación y opte por la continuación de la
actividad. Pero esta opción debe plantearse con una inyección
notable de recursos que mejore de servicios al ganadero y
subvenciones que sólo la Administración puede garantizar. El
ganadero no puede convertirse en el jardinero del paisaje serrano si
no percibe una adecuada rentabilidad económica por su trabajo. La
limpieza de prados, arroyos, el mantenimiento de un elemento tan
emblemático como las vallas de piedra, requieren de un trabajo que
debe obtener una correcta compensación.
El uso ganadero
tradicional está basado en el equilibrio dehesas-fresnedas, que
deberían ser defendidas y reconocidas como paisaje único por la
propia Comunidad de Madrid. Si se reducen los pastos por la vía de
la urbanización, o de otros usos no compatibles, el número de
cabezas se reduce, pues los pastos de montaña sólo son utilizables
en primavera-verano, rompiéndose el equilibrio y para mantener la
cabaña. Es por esto que la preservación de las fresnedas sea un
objetivo central para la sostenibilidad del sistema tradicional de
ganadería en la Sierra de Guadarrama, por lo que se entiende
necesaria la ampliación del Parque Nacional a zonas de pié de
sierra como área de influencia socioeconómica del Parque.
La resolución del
problema es urgente y requiere cambios en las decisiones a aplicar,
si no se quiere ver desaparecer la actividad ganadera. Sólo una
actuación decidida y ágil de todas las administraciones puede ser
eficaz, aportando financiación, gestión compartida y cercana a los
ganaderos, fomentando el cooperativismo, la mejora de los servicios
como abrevaderos, caminos, cebaderos, redes de comercialización y de
marketing adecuadas y apoyo a la cría de razas autóctonas.
Las políticas
puestas en marcha por la nueva P.A.C. (Política Agraria Común), no
parecen garantizar esta actividad. Los fondos de la PAC, se han visto
reducidos de nuevo en casi un 20% y la definición de ganadero
profesional no está bien respaldada, a ellos se unen los retrasos en
la gestión de las subvenciones que están dificultando la aplicación
de las medidas. Hay una mejor regulación del uso de los pastos y se
obliga al ganadero a mantener adecuadamente los pastos subvencionados
en un intento de conjugar explotación y mantenimiento del medio.
Resulta necesario
aprovechar las oportunidades que se deriven de las Convocatorias
Comunitarias para el Desarrollo Rural.
La Comunidad de
Madrid, disminuye progresivamente sus actuaciones, en un sector que
considera marginal, dentro de una estrategia volcada en la
explotación deportiva de la sierra, a la que se quiere convertir en
un parque temático. Las evidencias sobre las graves limitaciones que
presenta el Parque Nacional en sus límites geográficos, así como
la precariedad de medios presupuestarios y humanos, provocó una
reflexión consensuada sobre la necesidad de proceder a una
redefinición tanto de los límites, como del estado actual del
espacio protegido, así mismo se planteo la necesidad de que el
Observatorio Ciudadano para la Conservación del Patrimonio de la
Sierra d Guadarrama forme parte del Patronato del Parque Nacional.
El Observatorio
Ciudadano trasladará a las nuevas autoridades regionales y locales
estas conclusiones y reflexiones para contribuir a esa necesaria
nueva formulación del espacio protegido del Parque Nacional de la
Sierra de Guadarrama.